sábado, 14 de mayo de 2022





BLOQUES LOGICOS 
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    Los bloques lógicos fueron creados por el psicólogo y matemático húngaro Zoltán Pál Dienes. Este material consiste en un kit de 48 piezas geométricas organizadas en cuatro grupos básicos: triángulos, cuadrados, rectángulos y círculos; estos a su vez en tres colores: rojo, azul y amarillo; dos tamaños: grande y pequeño, y dos espesores: grueso y delgado. 

    Veamos su importancia.   Son un instrumento pedagógico para la construcción del pensamiento lógico infantil e iniciar a los niños en la comprensión de su entorno. Los niños se enfrentan a dos realidades: la objetiva, que comprende un sinnúmero de objetos que les atraen e interesan, y la subjetiva, referente al pensamiento (aún incipiente) que deben construir.

   El lenguaje verbal inexistente en la infancia temprana se desarrolla en la edad preescolar, donde encuentra un escenario propicio. Si antes su pensamiento era sincrético, ahora en la edad preescolar es posible transformarlo en analítico. Y es aquí donde ejerce un papel fundamental el trabajo con los bloques lógicos. El infante pasa de ver una realidad indiferenciada, de bulto, a analizarla y comprenderla, gracias al desarrollo del lenguaje.

   Se define el pensamiento lógico como un saber hacer. Aprendemos y asimilamos conocimientos mediante la acción. El niño debe involucrarse en la multitud de cosas que lo rodean mediante el juego o la práctica escolar, y aprender a identificar y diferenciar los atributos que componen los objetos.

   Utilizar operaciones opuestas –como identificar y diferenciar– define lo esencial del pensamiento lógico-dialéctico. Nuestra experiencia con los bloques lógicos nos dice que solo se aviva el conocimiento cuando la identificación contrasta con la diferenciación.

   Un objeto es un componente de la realidad, existe objetivamente, lo piense o no el niño. De hecho, no hay duda de su existencia objetiva, entonces, el conocimiento consiste en un proceso de descentralización al tener que aproximarse a él con ayuda del lenguaje verbal.

   No solo existe como cosa material objetiva, sino como una agrupación compleja de propiedades que reunimos en elementos cualitativos y cuantitativos. Todo objeto tiene forma, color, tamaño y grosor. Estos dos últimos son los elementos cuantitativos y dan origen a los números, y forma y color son los elementos cualitativos, que emplean las disciplinas que implican clasificar. Así se inicia el niño en los procesos lógicos de conocimiento de la realidad.

   Se aprende a pensar y esto se hace con ayuda del maestro. La función del educador está orientada a dirigir la experiencia práctica del niño y el manejo del lenguaje, para convertirlos en actos de pensamiento. El conocimiento es de doble vía, en tanto actúa sobre los objetos, construye el pensamiento. El lenguaje verbal entrelazado con la experiencia infantil constituye la piedra angular del saber.

   En la infancia temprana el lenguaje es incipiente, el saber se centra en la percepción. Por el contrario, en la edad preescolar, el lenguaje es actor determinante en el proceso de aprendizaje, pues acompaña todos los procesos prácticos del menor modificando su estructura mental, al participar activamente en la identificación de atributos. Igualmente se modifican las funciones psíquicas como la atención, la memoria y el análisis.

   Los bloques lógicos ven en los objetos comunes y corrientes formas geométricas, la mesa es un cuadrado, un carro un rectángulo y el reloj un círculo. El punto de partida no es lo concreto sino su abstracción, y el párvulo debe aprender a ponerles piso real y a identificar estos bloques lógicos en otras cosas. Cuando el infante agrupa y generaliza a partir de abstracciones geométricas realiza una operación similar a la que hacemos con nociones como carros, mesas, pelotas: utilizando palabras-sonidos. Esta operación luego será el soporte para clasificar y seriar.

   En la siguiente etapa de desarrollo, la escolaridad, se le facilitará construir relaciones jerárquicas que se apoyan en la generalización, como los juicios: este carro es amarillo, esta casa es una vivienda, este árbol es grueso, este edificio parece un rectángulo; la mesa, la silla, el armario son muebles.

   En suma, los “bloques lógicos” son un instrumento didáctico importante para el desarrollo cognitivo infantil. Ayudan a superar la edad temprana del pensamiento sincrético y a pasar al pensamiento complejo, propio de la edad preescolar. Consideran el lenguaje como la herramienta central para analizar los objetos, generalizar y dar el salto al pensamiento abstracto, siempre ligado a la experiencia. Se crean así, los pilares de la formación del pensamiento conceptual y las bases del conocimiento de los mecanismos para aprender a aprender.



Eduardo Salazar V.

Edusalazar56@gmail.com

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