La percepción visual y auditiva, junto al pensamiento, desempeñan un papel determinante en la asimilación y comprensión de los procesos lectores y de escritura. Veamos brevemente cada una de estas funciones.
Percepción visual
La percepción visual es una de las funciones más importantes del ser humano, desarrollarla es esencial no solo para adaptarse a la vida cotidiana, sino para potenciar operaciones de pensamiento que conduzcan al aprendizaje de la lectoescritura.
Un programa de percepción visual debe desplegar la capacidad analítica del estudiante para captar los diferentes atributos de un objeto, que luego, le van a permitir hacer comparaciones y establecer relaciones espaciales entre ellos. Si perceptualmente el educando no puede especificar diferencias y similitudes entre objetos, ni identificar símbolos y construir relaciones entre estos, mal podría edificar un mundo a partir de signos gráficos que se enlazan de manera abstracta formando palabras.
El alumno se prepara así, para pasar de la simple percepción visual natural, a una observación activa, creadora de abstracciones. Lo concreto precede a lo abstracto.
El siguiente ejemplo nos muestra una de las dificultades que tiene que asumir y superar el niño en el aprendizaje de la lectoescritura: las letras b, p, q y d son signos gráficos iguales, pero difieren en su significado por su posición espacial.
Percepción auditiva
No escuchar de forma apropiada o no entender correctamente lo que nos dicen dificulta la comunicación, las relaciones interpersonales y, en general, la adquisición y producción de conocimiento. La percepción auditiva debe ejercitarse escuchando los sonidos que se producen en la naturaleza y en la sociedad; implica un proceso de identificación y diferenciación de sonidos, como en el caso de las onomatopeyas, por ejemplo.
Distinguir el rugido de un león del canto de un ave, el sonido de un timbre del de un tambor, contribuye a la afinación del oído. Ejercitar la percepción auditiva en todos estos ámbitos prepara al estudiante para percibir cabalmente el significado del lenguaje verbal de los adultos, requisito primordial para el proceso de comprensión del lenguaje escrito. El niño asimila el lenguaje verbal de manera espontánea al integrarse a la comunidad adulta.
Por otra parte, no solo escuchamos y vemos el mundo sino que lo imaginamos y lo transformamos en
representaciones, en huellas visuales y auditivas, que después se convierten en estímulos expresivos. De lo sensorial concreto pasamos a percibir signos y sonidos de palabras. La audición natural se culturiza, se transforma en sonidos articulados y luego en representaciones gráficas.
Pensamiento
La capacidad de transformar imágenes visuales y sonidos en ideas significativas es lo que llamamos pensamiento.
La percepción es la base sobre la cual se construye la inteligencia práctica y sobre esta, con la intersección del lenguaje verbal y el manejo de instrumentos como la tijera, el punzón, el lápiz, entre otros, se inicia la formación del pensamiento. El lenguaje verbal permite al educando explicar sus actos y reconstruir acciones pasadas, como también evocar objetos sobre los cuales quiere actuar.
Aquí, es necesario resaltar la incidencia que tiene el lenguaje verbal en la formación de las representaciones mentales, que hace posible al niño alejarse del entorno inmediato, operando con abstracciones, presupuesto para la construcción de la lectoescritura.
El manejo de instrumentos vincula al infante a los procesos prácticos, lo prepara para escribir grafías
y manipular teclados (el lápiz del siglo XXI); el lenguaje verbal, además de hacer viable la práctica mental anticipada para ser ejecutada posteriormente, posibilita la transmisión de la cultura humana y las formas de pensamiento. En palabras de Piaget “el propio lenguaje vehicula, en efecto, conceptos y nociones que pertenecen a todos y que refuerzan el pensamiento individual mediante un amplio sistema de pensamiento colectivo” (1984, p. 34).
En suma, para construir el pensamiento, la educación preescolar debe centrar su atención en fortalecer el manejo de herramientas y construir un entorno amplio para estimular el lenguaje verbal, y convertirlas en acciones intencionales. Las dos primeras funciones –percepción visual y percepción auditiva– son analíticas, “porque primeramente deben elevar la materia dada a la forma de abstracciones universales; y luego puestas como síntesis, por el pensamiento” (Hegel, 1973, p. 113).
Para terminar, “Leer es, esencialmente, un asunto de aprender a percibir el significado potencial de mensajes escritos y luego, relacionarlos con una estructura cognitiva para comprenderlo” (Ausubel, 2001, p. 73).
Y escribir, consiste en tomar conciencia de los fonemas y transformarlos en signos, que al plasmarse en un papel o en pantalla, forman palabras, frases y oraciones con significado.
Eduardo Salazar Varón
edusalazar56@gmail.com
Es importante considerar que los niños y las niñas tienen un ritmo de desarrollo propio que se hace necesario estimular permanentemente. En el caso del proceso de aprendizaje de la lectura y la escritura se deben favorecer sus características propias, incentivando el acceso al lenguaje tanto oral como escrito, llevándolos a comprender la importancia que para la comunicación tienen estos procesos, motivándolos para que gocen y disfruten del acto de leer y escribir sin que se sientan clasificados negativamente, rechazados y/o desmotivados.
ResponderEliminarAdemás de tener en cuenta las características propias de cada niño y niña hay algunos factores significativos que permiten comprender el desarrollo del lenguaje que inciden en el aprendizaje de la lectura y escritura, relacionados con los distintos medios en los que ellos se desenvuelven, como son : el medio familiar, el social, y el escolar. Este último es el responsable de recopilar los insumos obtenidos y guiarlos adecuadamente a en el proceso de aprendizaje.
La información planteada en este blog es de gran importancia ya que permite generar una muy buena orientación sobre los pasos que se deben tener en cuenta en el proceso lecto- escritor. Recalcando que la lectura, es una herramienta que abre las puertas del conocimiento por lo tanto debe ser fomentada de una manera clara y agradable para los niños y niñas.
ResponderEliminarPor otro lado cabe resaltar cada uno de los niños y niñas poseen diferentes habilidades las cuales van siendo desarrolladas a medida que se van estimulando. Por ello el docente tiene que crear diversas estrategias que le permiten reforzar o desarrollar cada una de estas capacidades con el fin de lograr un mejor aprendizaje lecto-escritor en los niños y niñas.