jueves, 7 de abril de 2016

Lectoescritura y la era digital


En este escrito quiero comentar las dificultades por las cuales pasa la enseñanza y aprendizaje de la lectoescritura, y señalar como ésta se prolonga  en la era digital. 

Es imperativo para el desarrollo cultural del ser humano el aprendizaje de las habilidades básicas, en particular la lectoescritura. No podríamos adaptarnos al mundo actual pues la escritura es la llave para ingresar a los conocimientos adquiridos por la humanidad, aprender de la experiencia histórica y la posibilidad de construir un mundo mejor. La escritura hace posible guardar el tesoro de los mejores pensamientos y poder volver una y otra vez sobre ellos. 

Las dificultades

Es preocupante la ligereza que encontramos en el círculo pedagógico y familiar hacia la enseñanza de este instrumento, consecuencias que se dejan ver con nitidez en la baja formación del pensamiento abstracto y los niveles de comprensión. El precario desempeño en la escolaridad, la deserción escolar, el bajo interés por la lectura, un libro promedio per cápita por año, se suman a estas consecuencias poco halagüeñas.

La escritura se enseña en la edad preescolar, aunque otros consideran que debe hacerse en los primeros niveles de la escolaridad suponiendo que allí no requiere de esfuerzo pues sus procesos naturales han madurado. No compartimos esta idea, se abandonan los mejores momentos para el aprendizaje, pues el sistema nervioso se encuentra en su mayor plasticidad y coincide con el desarrollo del lenguaje verbal, el juego simbólico, el dibujo y el manejo de herramientas.

Los albores de la escritura se encuentran en la edad preescolar, y es a esta circunstancia a la que nos referimos cuando planteamos la enseñanza de la lectoescritura en esta edad: Se trata de cultivar la escritura, estimulando el juego simbólico, el dibujo, las manualidades, los trazos, el pensamiento, estimular el lenguaje verbal hacia el relato, la comunicación y la comprensión de que el lenguaje verbal puede dibujarse. Y quizá la condición más importante, las anteriores funciones desarrollan lo suficiente la habilidad de la representación mental, entendiendo esta como la capacidad para construir imágenes de objetos y situaciones ausentes. 

Hay que sembrar en la edad preescolar para cosechar en la escolaridad, donde el medio fundamental de aprendizaje es el lenguaje escrito, configurando el pensamiento formal. 

¿El párvulo se encuentra capacitado para asumir la nueva forma de pensamiento? Aparentemente es un simple movimiento cuantitativo pasar a la escolaridad ¿Qué hace diferente la edad preescolar y el ingreso a la primaria? la forma de pensar: la edad preescolar se basa en el pensamiento práctico, la escolaridad en el pensamiento formal, fundamentado en la habilidad lectora y escritora. A un buen aprestamiento en lectoescritura corresponde generalmente un buen desempeño académico; de lo contrario se presentan las deserciones académicas, rotulaciones y por supuesto un bajo rendimiento escolar. Y como dice el poeta, a mal principio mal final. 

Los problemas matemáticos ilustran las dos formas de pensamiento con nitidez: en el preescolar se resuelven a partir de la manipulación de objetos, y en la escolaridad se comprenden y solucionan con base en enunciados escritos. 

Hace mas critica la situación, la exigencia que el niño encuentra en la primaria, pues no corresponde a su nivel de aprestamiento lector ni escritor, recibida a la fecha. Sus posibilidades están lejos para asumir las nuevas tareas, no teniendo otra alternativa que abandonarlas. 

La institución preescolar debe tener claro que el preescolar es un periodo de transición y tener en cuenta las nuevas responsabilidades y habilidades que el párvulo asumirá en la edad escolar. (Zona de desarrollo próximo).

El pensamiento formal naciente requiere de tiempo para su aprestamiento, y hacerlo tardíamente es como si diéramos unas ligeras instrucciones a un joven de cómo nadar para salvarse cuando se encuentra en altamar naufragando. 

Si el lenguaje escrito se pudiera aprender ipso facto, se podría enseñar en la edad escolar. Como esto no es posible nos obliga a remontarnos a la edad preescolar donde anidan las raíces de las habilidades básicos para la formación de la cultura infantil. 

No dar el aprestamiento adecuado a un niño en los quehaceres de la lectoescritura, como lo hemos indicado, equivale sencillamente a prepararlo para el fracaso escolar. Por más que se pretenda sustituir la habilidad de escribir con otras disciplinas, que seguramente son muy importantes, no aportan los presupuestos necesarios para el desarrollo infantil y asumir los retos de la escuela formal.

Desafortunadamente en el contexto familiar también se manejan criterios que no son favorables para fortalecer la habilidad lectora y escritora, pues consideran que es mejor que sus hijos “no aprendan lectoescritura, que lo importante es que sean felices,” lo afirmó una mamá. Increíble pero la felicidad cada día se asocia más al ocio que al aprendizaje. También, otro padre de familia dijo, que “no hay afán, mi hijo tendrá toda la vida para aprender a leer”. Las responsabilidades llegan y hay que asumirlas en su momento, vienen los problemas y muchos lamentos. ¡Pierde el niño!!

Potencia y prolonga 

El lenguaje escrito sobrepasó todos los límites y beneficios del lenguaje verbal cuando se inventó el libro. Éste, junto a la computadora e internet, son los instrumentos psicológico  más poderosos  que haya inventado la inteligencia humana. 

El lenguaje escrito se deriva del lenguaje verbal. La computadora e internet, dimanan de la necesidad de potenciar  la información escrita. Esta no se elimina, se prolonga conservándose en la nueva forma . Se abre así la era digital llevando en sus entrañas el lenguaje escrito. 

Eduardo Salazar Varón.

edusalazar56@gmail.com





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